Omar “Maxi Toro” Martínez (29 años) dudó hasta último momento. Tuvo que mantener una reunión con su defensor antes de dar uno de los pasos más difíciles de su existencia. El integrante del clan Toro, sospechado de dirigir una red de narcomenudeo en Villa 9 de Julio, se declaró culpable en un juicio abreviado por amenazas y atentado a resistencia a la autoridad. Recibió una condena de un año condicional. Pero ya nada será igual. Por primera vez recibió una sentencia en su contra. Una pena que agravará las que pueda recibir en las 20 causas que tiene abierta en el sistema judicial.

Sobre las espaldas de “Maxi Toro” pesan causas por delitos de homicidios, tentativas de homicidios, lesiones, amenazas, abuso de armas de fuego y robos agravados. Y a esos expedientes se agregan las sospechas . El primer expediente en su contra se abrió en 2009 en el Centro Judicial, sin embargo, por ninguna de ellos afrontó un juicio. Varias de ellas se encuentran en trámite en el régimen conclusional.

Martínez, el 8 de agosto, pasada la medianoche, conducía un automóvil Ford Focus, acompañado por Franco Vera (31), otro joven y dos mujeres que no fueron identificados, por pasaje Justo de la Vega. Al doblar por avenida Martín Berho protagonizó una maniobra brusca que fue observada por personal policial que realizaban tareas de prevención. Los efectivos comenzaron a perseguir al vehículo para ordenarle que se detuviera.

El sospechoso, que en el debate dijo ser propietario de una carnicería de Villa 9 de Julio, no sólo no acató la orden, sino que amagó con embestir a los efectivos.

“Mientras tanto, les gritaba a los preventores que él era ‘Maxi Toro’ que no debían meterse con él y que los iba a agarrar a tiros”, explicó el auxiliar fiscal Diego Hevia, que actuó bajo las instrucciones del fiscal Carlos Picón.

Los incidentes no terminaron ahí. El acusado paró el auto en la cuadra de su casa. Cuando descendió, golpeó a uno de los efectivos y continuó con las amenazas. Mientras ello ocurría, Vera golpeó por las espaldas a la única policía que se encontraba en el lugar. A la trifulca también se sumó Héctor Moreno, que luchó mano a mano con los efectivos. También, según consta en el expediente, se plegó a los incidentes Margarita Toro, considerada como líder del clan, junto a otros vecinos para tratar de evitar que su sobrino sea arrestado.

Con la llegada de más refuerzos, los revoltosos se tranquilizaron. Los uniformados, con autorización del fiscal Picón, ordenó la aprehensión de Martínez, Vera y Moreno. En la audiencia, donde se les dictó la prisión preventiva, los tres imputados denunciaron haber recibido una golpiza por parte de los policías.

Complicaciones

La fiscalía que conduce Picón comenzó a sumar pruebas en contra de los acusados. Primero, comprobaron que Martínez, estaba alcoholizado cuando se registró el hecho, ya que el dosaje alcohólico que se le practicó, se comprobó que tenía 2,13 gramos de alcohol en sangre.

MOMENTO CLAVE. Una imagen de la audiencia donde se condenó a “Maxi Toro”.

También recibieron varios testimonios. El más fuerte es el que realizó el oficial Cristian Santillán. “Cuando intentamos reducirlos, a los gritos nos decía que a él no podían pararlo porque era ‘Maxi Toro’ que él era poderoso ahí en Villa 9 de Julio que ya nos iba a agarrar a tiros donde sea que los cruce porque él tenía muchas armas”, declaró el efectivo. “Ese día no tuvimos personal heridos porque todos estaban con sus equipos de protección. Si no hubiera sido así, estaríamos hablando de otra cosa”, añadió.

El titular de la Unidad de Flagrancia IV propuso realizar un juicio abreviado por este caso. En un primer momento, los acusados se negaron, por lo que sus defensores renunciaron, según confirmaron fuentes judiciales. Asistido por Mario Mirra, terminaron aceptando el convenio.

El auxiliar fiscal pidió una condena de un año condicional (la pena máxima es de dos años) y de seis meses para Vera. Por estar indocumentado, el tercer acusado deberá esperar para acceder a una solución alternativa. Además los condenados deberán mantener ciertas reglas de conductas (se informa por separado) que en caso de incumplirlas, se revocará la condicionalidad de la pena que recibieron. Mirra aceptó el acuerdo, al igual que la defensora oficial Luciana Bernes que asistió al otro acusado. Pero a último momento surgió un inconveniente.

La jueza Isolina Apás Pérez de Nucci, cumpliendo con los requisitos legales, les dio la palabra a los imputados para que reconocieran su culpabilidad en el hecho y mostraran su conformidad con el acuerdo. “Acepto, pero no hubo ninguna amenaza ni resistencia”, disparó Martínez. “No es tan así”, señaló Vera.

La magistrada, con tono firme, les dijo: “para que llegue a considerar la aceptación de este acuerdo deben reconocer su culpabilidad y aceptar las condiciones que deben cumplir. Les doy cinco minutos para que hablen con sus defensores y digan qué harán”.

El desenlace

Vencido el plazo otorgado por la jueza, los acusados volvieron a hablar. “Le pido disculpa, por primera vez estoy en una audiencia así y me puse nervioso. Si me hago cargo de todo lo que hice, pero quiero aclarar que estaba alcoholizado. Le pido disculpas por esa duda”, aseguró Martínez.

Vera también aceptó su culpabilidad y señaló que consistía el convenio. Pero lo más importante surgió cuando le contó sobre sus datos personales. “Soy desocupado pero en agosto estaba por trabajar en la política por la campaña”, explicó sin dar mayores detalles generando un importante silencio entre todas las partes. Apás Pérez de Nucci adelantó que aceptará el acuerdo y que en los próximos días dará a conocer la sentencia definitiva.

El fallo fue celebrado en los tribunales. Por primera vez, “Maxi Toro” recibió una condena por un delito que cometió en menos de un mes por un hecho de menor gravedad si se tiene en cuenta las acusaciones que tiene en su contra. Pero también trascendió que no pasará mucho tiempo para que se activen todas las otras causas. Y, con la pena que recibió, la próxima sentencia, al tener ya un antecedente firme –ninguna de las partes impugnó- el cumplimiento será efectivo.

Causa I
Un homicidio con sabor a venganza

En febrero de 2011, Jonatan David Luna se encontraba en una fiesta en Villa 9 de Julio. Un grupo de desconocidos comenzó a golpear a su primo y él salió a defenderlo. Los agresores lo atacaron con un arma blanca y lo terminaron asesinando. Omar “Maxi Toro” Martínez fue uno de los acusados de haber cometido este crimen. Estuvo varios meses detenidos, pero hasta el momento nunca fue enjuiciado. El expediente se encuentra en una sala conclusional. El homicidio generó una escalada de violencia  que se cobró varias vidas. Hasta el momento no hay fecha de inicio de debate por este caso.

Causa II
El misterioso crimen del federal

Juan Marcelo Navarro era un Policía Federal que fue asesinado en el barrio Santo Cristo, de Banda del Río Salí en marzo de 2013. La mataron de un disparo en la cabeza en un supuesto intento de robo de la motocicleta en la que se trasladaba. Por este hecho también fue imputado “Maxi Toro”. Con el correr de los meses circuló la versión que la víctima, que trabajaba en los tribunales federales, podría haber sido contratado para brindar información a los miembros del clan y como no cumplió el pacto, fue asesinado. “Maxi Toro” fue imputado en esta causa, pero se desconoce su situación procesal.

Causa III
El joven de la ametralladora

“Maxi Toro” se hizo conocido a nivel nacional por un video viralizado en las redes sociales. En un hecho ocurrido en septiembre de 2018, se lo observa realizando disparos con una ametralladora contra una vivienda del clan Carrión, con los que se disputan el dominio del barrio. El joven estaba acompañado por Patricio “El Negro” Bellido, ex pareja de su tía Margarita Toro. El fiscal Pedro Gallo investigó el caso y acuso a ambos de tentativa de homicidio, ya que en el tiroteo resultó herido un joven que circulaba en la zona en un auto de alta gama. El caso se encuentra en una sala conclusional esperando fecha de juicio.

Causa IV
Mensajes desde el calabozo

En febrero de 2019, por la investigación de una causa, la fiscala Adriana Giannoni ordenó un allanamiento en los calabozos de la ex Brigada, donde se secuestraron varios celulares. Uno de ellos habría pertenecido a “Maxi Toro” y al analizarlo, se encontraron mensajes que podrían haber estado cuestiones vinculadas al tráfico de drogas. “Llevale dos puertas”, “cobrale tanto por la ventana” y “necesitamos cinco ladrillos”, fueron algunas de las frases que se descubrieron. La investigadora envió una copia del expediente a la Justicia Federal. No se sabe si se inició una causa.

Las reglas de conducta

- Debe fijar un lugar de residencia e informarle a la Justicia.

- Someterse al cuidado de un patronato.

- Se le prohibió tener contacto con cualquiera de los otros dos imputados en la causa.

- No puede consumir alcohol ni drogas.

- Tiene totalmente prohibido portar armas de fuego.

- Deberá hacer tarea comunitaria en un comedor de la zona de Villa 9 de Julio una vez por semana durante un año.

- Tiene que presentarse ante un profesional del Hospital Obarrio para que le haga un diagnóstico. Si es necesario, deberá hacer un tratamiento para controlar sus impulsos.

- Si llegara a incumplir  cualquiera de estas reglas, irá a la cárcel a cumplir la condena.